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Revista de Comunicación Audiovisual #4 |
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Septiembre
2002
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números anteriores #3 |
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RetratosFuego de noche, nieve de dia La noche comienza, su vida también. Las luces de neón se encienden y quedan atrás las luces del dia, las luces del sol, que nada tienen que ver con el show.Un tema de Ricky Martin: Living la vida loca es el correcto para influir en sus movimientos...para dominar la sensualidad de su cuerpo. Él que de dia es un hombre tranquilo, serio, de noche se transforma. Él que de dia se llama Esteban, de noche en el escenario lo presentan como "El Diablo". Cuando comienza la música aparece su cuerpo cubierto de luces rojas que titilan. Debajo de esas luces se esconde un hombre de camisa blanca, con un moño negro en el cuello y el pantalón del mismo color, ajustado a sus muslos firmes. Él comienza a bailar y como Diablo hace caer en la tentación a todas las mujeres, que se arrodillan a sus pies, mientras él sigue moviéndose, sigue insinuándose. Los gritos aumentan y ya no hay mujer que pueda quedarse sentada cuando se desabrocha la camisa de un tirón. Su pecho quedó al descubierto y comenzó a ser acariciado por esas manos femeninas desconocidas para él. La camisa ya está en el suelo y le siguen sus pantalones, que de un tirón ya los tiene en sus manos para arrojarlo sobre la cara de una mujer que desde abajo del escenario lo mira, arrodillada en el suelo, sin emitir sonido, casi perpleja... solo le queda encima una sunga. Su cuerpo brillante es acariciado por muchas manos desconocidas. El Diablo toma en brazos a una mujer, de las muchas que lo desean y junto a ella se va, se baja del escenario y de esa forma termina el show. Abajo del escenario vuelve a renacer Esteban que se despide de su admiradora con un beso en la mejilla. Entre en su camarín, se ducha y se coloca sus clásicos jeans y una remera blanca. En su mochila guarda la ropa con la que bailó. Toma una cerveza en la barra antes de salir y luego vuelve a casa para dormir unas pocas horas. Ya casi está saliendo el sol y Esteban se duerme en su trocito de colchón en un rincón de la habitación. Solo unas pocas cosas adornan el lugar un pequeño equipo de música, un espejo y una pared dedicada exclusivamente para pegar muchas fotos de cada uno de sus shows. El sol ya estás entrando por la ventana y Esteban se duerme y sueña con la próxima noche de show. El mismo hombre que en la noche hizo quemar a las mujeres,de dia reposa en su colchón; entre las sábanas. María Rosa Pérez |
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