Las Mentiras

Mentira. f. Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, cree o piensa. // Errata en los escritos o impresos. // fam. Manchita blanca que suele aparecen en las uñas. // fig.y fam. Crujido que se produce en las articulaciones de los dedos. // Mentira piadosa. La que se dice para servir o agradar a uno.

Mentir. Fingir mudar o disfrazar una cosa. // v.a. Faltar a lo prometido. // v.n. Decir lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa.

Cuando empezamos a pensar en El Puente sobre Las Mentiras (tal el tema que nos convoca hoy), rápidamente nos surgieron compañeros inseparables para esto de acotar y no mentir. Eduardo Galeano y Joaquín Sabina -aliados inseparables para toda verdad y para algunas noches inolvidables- nos llegaron casi instantáneamente. Las mentiras piadosas y las Más de cien mentiras de Joaquín ponen música para empezar. Pero también, por entonces, al comenzar a pensar el suplemento, sucedió el 11 de septiembre y más allá de nuestro día del maestro olvidado (maestro y día), vimos con inocultable perplejidad lo frágil que puede ser, también, el Imperio. Así, nos salió compartir con ustedes el ensayo de Robert Fisk "La increíble crueldad de una gente condenada". Ahora bien, El Puente es un suplemento enfiestado de una revista académica que hemos propuesto que circule en Internet. Pequeña definición que ya conlleva tanta necesidad de aclaraciones que nos abruma. La primera es aquella del soporte: Internet y Las mentiras más populares sobre la red. A poco de avanzar, nos encontramos con una novela que invita a un juego impredecible entre realidad y apariencia: Las mentiras de la noche, de Gesualdo Bufalino, que Editorial Norma puso en circulación en el 2000 y le pedimos a Luis Fernando Afanador que la leyera por nosotros y la comentara. Al leer a Luis Fernando, recordamos alguna anotación que, pequeña al principio, ayudamos a completar: Las más conocidas mentiras universales. Y ahí fueron. También pensamos en unas Mentiras verdaderas que el vicepresidente del sandinismo, Sergio Ramírez, leyó en México y que nos conquistaron para toda la cosecha. Y no es una mentira. Y luego, como siempre, las Mentiras necesarias, las evidentes mentiras de Kissinger, o las de Occidente. Aunque, para el fin, no quisimos privarlos de la mayor máquina de mentir: aquella que creó la OTAN y la transmiten sus medios.

Ojalá que El Puente N°2 no los abrume con sus verdades y que, aún en él, logren alcanzar el mínimo indispensable para descubrir las seguras mentiras.

carlos giordano

 

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